Ambos sonreímos y nos ponemos manos a la obra y empezamos a cocinar una deliciosa pasta fría con una ensalada de durazno.
A el momento de servir, veo lo hermoso que se ve el comedor las luces prendidas completamente, dos sillas, una mesa, dos copas, dos pares de cubiertos, unas tonadas de jazz retumban en el estereo, el sonido emitido del saxofón es tan relajante, el rico aroma a durazno que hace del lugar un bello paisaje fresco y sustancial.
Nos sentamos a comer para disponer debidamente los platillos, los empezamos a degustar y trato de terminar antes que ella pues me gusta verla comer ya que me fascina ver como sonríe después de cada bocado, al terminar ambos quedamos satisfechos y quitamos los utensilios de la mesa.
Risas… las palabras, los gestos y los ademanes fluían como la sangre que nuestros corazones bombeaban, el humo de los cigarrillos se elevaba lentamente por los aires, formando figuras difusas y diluidas que se destrozaban al estamparse con el techo de aquel lugar.
Veo el reloj y me percato de que ya son casi las 8:30 pm, tomo mi abrigo y me acerco a la puerta, la abro, salgo del apartamento y antes de retirarme doy media vuelta para despedirme de ella y me doy cuenta de que esta detrás mío con su tierna cara de inconformidad.
-¿Qué pasa amor?- pregunto con interés
-No te vallas amor aun es temprano hace tiempo que no te veo y la verdad te necesito mucho-
-Lo se amor no te preocupes mañana nos veremos
Sonríe como anunciando sus intenciones y me abraza fuertemente, me inclino un poco y ella levanta el mentón y nuestros labios con una sinceridad brutal comienzan a jugar a conocerse me abraza por dentro de mi abrigo que se encuentra abierto y con un ligero pero calido movimiento me introduce nuevamente a el departamento nos detemos cuando estamos ya adentro y cierro con el pie la puerta dándole un azoton inmenso. Nos empezamos a besar de nuevo pero ahora su respiración es muy constante me va despojando de mi abrigo lentamente y de la camisa también y con una ternura inexplicable posa sus manos en mi espalda ya desnuda, no puedo evitar tener un respiración inestable inhalo por la nariz y exhalo por ella bruscamente con una velocidad muy constante, La tomo de la cintura y con un solo movimiento quito la blusa de su cuerpo, estando ahí en ese foco de calor nos dirigimos a la habitación con besos e insinuaciones mientras que en el estereo el reggae romántico suena a reventar.
Se recuesta en la cama que esta situada bajo una lámpara de color naranja, apagamos las luces excepto aquella lámpara, froto mi rostro como tratándome de explicar el porque de tanta sensualidad y siento que mis oídos se calientan, con sensuales movimientos quito sus zapatos y después su pantalón al levantar mi mirada hacia ella mis manos suben hasta los costados de sus pechos y al llegar mi rostro hasta el suyo empieza a besarme el cuello e invertimos la posición ahora ella se postra sobre de mi, mientras ella me estimula con sus sensuales besos llevo mis manos a su espalda para desabrochar su sostén haciéndolo a un lado de la cama, con sus salvajes pechos desnudos frente a mi llego a un preciso nivel de éxtasis. Me despoja de mis zapatos y mi pantalón ella toma asiento sobre mi pelvis y yo levanto el torso para poder estar frente a ella termino sentado y ella sobre de mi, beso su cuello y viajo lentamente con besos hasta su pecho su abdomen y ella encorva su espalda y así puedo besar su estomago y su ombligo después y emite un gemido retomando su postura, comienza a aplicar una ligera fuerza en las nalgas que hace de este movimiento uno placentero y excitante, mi cuerpo se templa y pega su pecho al mío empezando a escurrir sudor de nuestro cuerpo haciendo de la experiencia una muy extaciosa, placentera y un tanto resbalosa.
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